lunes, 31 de marzo de 2008


Fue a principios de los años 80 cuando una joven sinaloense empezó a cantar en bares de la ciudad de Tijuana en México. Es ahí donde se empieza a escribir la historia de una mujer cuya sensibilidad plasma en cada una de sus letras e interpretaciones, una mujer cuyo talento a podido traspasar fronteras, una gran triunfadora la cual por la profundidad de sus letras, por el misterio de su ser y por el reflejo que muestra en cada una de sus canciones es considerada como gran estrella que brilla en el universo infinito de la canción mexicana. De inspiración innata, autocrítica, perfeccionista y exigente consigo misma, es Ana Gabriel, en cada una de las producciones discográficas que ofrece a su público... un público que va sumando día con día y que reconoce su profesionalismo, voz y sentimiento... un público al que Ana Gabriel no ha dejado de ofrecer sus canciones e inspiración tras 25 años ya, desde que se identificó con la música y la composición, que la han llevado a permanecer en el gusto del público, tras una ininterrumpida y galardonada trayectoria. Para triunfar en la vida, es necesario contar con algo especial, algo que muchos llaman “ángel” y que lo hace resaltar por encima de todos los demás competidores. No importa que sea en un medio tan competitivo como lo es el artístico. Y esto es precisamente lo que ha convertido a Ana Gabriel en una figura del canto. En una primerísima figura cuya fama ha trascendido ya al mundo. Más no se piense que por este hecho de haber nacido con cierto ángel las cosas han sido fáciles para Ana Gabriel. Y no lo han sido porque todo ha representado un gran trabajo y mucho esfuerzo: primeramente, pulir un estilo que para muchos “expertos” resultaba obsoleto y pasado de moda. Hasta conseguir proyectar esa sensualidad que tanto la caracteriza, y que le ha permitido incursionar con tanto éxito en todos los ritmos en los cuales ha incursionado. María Guadalupe Araujo Yong, que es su verdadero nombre, nació en Guamúchil, Sinaloa, México, un 10 de diciembre, de la pareja formada por don Ramón Araujo Valenzuela y doña Isabel Yong. Desde los 7 años de edad comenzó a cantar y a componer sus primeros temas